Muestrario de ladrillo manual

Con varios años de declive económico en nuestro país, y cargando con el nombre que recibió en España la explosión de la burbuja inmobiliaria, «crisis del ladrillo», Cerámicas Arcís, empresa familiar fundada en 1940, y preocupada desde sus orígenes por la calidad de su producto, decidió presentar al mercado su trabajo más noble: el ladrillo hecho a mano.

Este devuelve a la empresa a sus orígenes, cuando mi abuelo, mi padre y mi tío amasaban la arcilla con los pies en grandes balsas, en un ritual que les acercaba a los viticultores de la comarca con el pisado de uvas.

Fue la calidad y calidez de este producto las que nos llevaron a diseñar la imagen del packaging: el acabado kraft liberó al embalaje de cuatricromía y reflejos plásticos. Unos pictogramas, con estética similar a los embalajes de piezas delicadas, toman protagonismo llenando la superficie con su gran tamaño informando gráficamente de las características técnicas del producto: hecho a mano, reciclable, aislante térmico y acústico,…

Caja de cartón kraft impreso a dos tintas y troquelada, de medidas 350 x 152 x 133 mm.